Hoy os llevo al Pueblo Viejo de Belchite.

 Belchite es un municipio de la provincia de Zaragoza y está situado a 49 kilómetros de la capital.

 Belchite es conocido por ser el escenario de una famosa Batalla durante la Guerra Civil Española: “La Batalla de Belchite”, que fue un conjunto de operaciones militares desarrolladas entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937, cuya consecuencia fue la destrucción total del pueblo y la pérdida de muchas vidas.

 He ido varias veces a Belchite (y tengo en mente ir de nuevo no tardando mucho) y no deja de sobrecogerme cada vez que voy. Son muchas las leyendas que dicen que se escuchan voces, que se ven cosas… No voy a entrar en debate si eso es cierto o no. A mí me sobrecoge porque caminas sobre el escenario de una batalla cruel en la que miles de personas perdieron su vida.

No deja de emocionarme y ponérseme el pelo de punta.

 En lugar de reconstruir el pueblo, se optó por construir uno nuevo (frente al viejo;) inaugurado por el Generalísimo en 1954.

Los encargados de la construcción del pueblo nuevo fueron principalmente presos republicanos; para los cuales se habilitó un campo de concentración en las cercanías y cuyos restos aún se conservan, y que permaneció abierto de 1940 a 1945 y que llegó a albergar a más de 1000 prisioneros.

 

Cuando te adentras en las ruinas, te transportas a un pasado, cercano, muy cercano y muy doloroso en el que puedes imaginar el sufrimiento y el dolor que sus habitantes tuvieron que padecer.

Recuerdo la primera vez que fui a visitar las ruinas. Recuerdo ir caminando sobre las piedras sin dejar de preguntarme cuanta gente inocente habría muerto allí. No podía dejar de imaginarme a las personas luchando por mantener en pie sus casas, o combatiendo en una batalla que no era la suya… Y quedándome algo muy claro, en la guerra nadie gana, solo hay perdedores. 

Varios son los programas de televisión que se han acercado a Belchite a investigar; a grabar supuestas psicofonías; no se si eso será cierto. Lo que sí es cierto son las marcas de las bombas, las pintadas en las puertas, y los edificios en ruinas.

 No se si me atreveré a ir algún día por la noche (no creo…) pero si tengo claro que seguiré visitando las ruinas del pueblo viejo de Belchite y me seguiré emocionando a cada paso y cada vez que pise sus piedras manchadas de sangre.