Si de algo teníamos ganas en nuestro viaje por Florida y los estados del sur; además de visitar los parques de Orlando, era de llegar a la ciudad de Savannah.

Nos habían hablado tantas veces bien de ella, y habíamos visto fotos y relatos tan bonitos que teníamos unas expectativas muy altas con respecto a toda esta zona.

Salimos de Charleston temprano por la mañana y como habíamos visitado el día anterior Edisto Island (podéis leer nuestra experiencia aquí) decidimos hacer todo el camino directos a Savannah para tener más tiempo allí y aprovechar bien los días.

Alojamiento en Savannah.

El hotel elegido (como os contamos en el post de hoteles) fue uno de los muchos supuestos hoteles embrujados de Savannah, concretamente la habitación 204 en la que se supone que el espíritu de una niña se aparece por allí.

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De hecho hay una especie de altar encima de la chimenea con regalos que le va dejando la gente a la niña. Como podéis suponer, no se apareció nadie, pero cuando entramos en la habitación a dejar la maleta, se encendió la chimenea (no sabemos si por un efecto programado o qué…).

Una vez registrados y con el coche aparcado en el parking incluido del hotel, comenzamos nuestro paseo por el centro de Savannah.

Qué ver y hacer en Savannah.

Savannah fue fundada en el año 1733 y es una de las ciudades más visitadas de Estados Unidos, y no nos extraña porque se respira un ambiente tranquilo, y pasear por sus calles una delicia.

Nuestro paseo comenzó por el paseo marítimo donde vimos el famoso barco de vapor en el que si queréis podéis subir y hacer uno de los paseos que proponen (no lo hicimos porque preferíamos conocer más a fondo la ciudad).

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El día era fantástico y nos pareció una zona estupenda, llena de bares y restaurantes. Por cierto, hay unos trolleys turísticos que recorren todo el centro y las preciosas plazas de Savannah, pero es una ciudad ideal para recorrerla a pie y descubrir sus plazas/parques y maravillarte con cada rincón.

Las plazas de Savannah.

Hablando de plazas, Savannah tiene 22 plazas nada menos y a cada cual más bonita… así que el paseo discurrió entre muchas de ellas. Por cierto que por la celebración de San Patricio, el agua de muchas de las fuentes era verde… (this is America!).

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Pero si hay una plaza que para mí fue la más especial, esa es Chipewa Square… Aquí se rodaron varias de las escenas más famosas de una de mis películas preferidas «Forrest Gump».

Forrest gump bench

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La plaza ya no está como en la película, es una pena pero han puesto como esa especie de banco de cemento… pero bueno, aun así igualmente es muy bonita.

Si normalmente nos gusta recorrer escenarios de películas imaginaos allí, con lo que me gusta esa película.

Seguimos nuestro paseo por cada una de las 22 plazas (y los edificios… qué bonitos!), todas ellas diferentes y especiales; además cada una parece que tiene una función porque veíamos en una gente leyendo, en otra gente comiendo, en otra gente haciendo yoga…

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Seguimos nuestro paseo por diferentes plazas y paramos a comer en B&D Burguers una hamburguesa y ensalada enormes.

Parques de Savannah.

Después de comer además de pasear por la ciudad, estuvimos en un sitio que no os podéis perder: Colonial Park Cemetery. Y es que este cementerio fue reconvertido digamos y ahora no es solamente un cementerio sino que también es un precioso y tranquilo parque en medio de la ciudad.

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Tras este momento de paz y tranquilidad llegamos a uno de los puntos neurálgicos de Savannah: Forsith Park.

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Este bonito parque es lugar de reunión de locales y visitantes. Todo el mundo se reúne alrededor de la bonita fuente, y es un buen punto para hacer una de las cosas que más nos gustan de los viajes: ver pasar a la gente.

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No os perdáis tampoco la bonita Whitefield Square, en un extremo del parque y las preciosas casas que hay en los alrededores (muchas gracias Angie, de anuevayork.com por las recomendaciones).

Calles de Savannah.

Fuimos caminando hasta la zona comercial de Broughton Street y entramos en un sitio que no os podéis perder si os gusta la cerveza: World of Beers, donde también ofrecen un apetitoso menú.

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Por cierto, dicen que no te puedes ir de Savannah sin probar los helados de Leopold’s, pero las dos veces que pasamos por allí, había muchísima cola y no quisimos esperar.

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Después de refrescarnos, seguimos paseando por esta calle hasta que se hizo la hora de la cena y escogimos un sitio muy típico y pintoresco: Bayou Café.

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Es un sitio muy muy auténtico, en el que éramos los únicos turistas y en el que además podéis probar auténtica comida sureña: pedimos unos bocaditos de aligátor y dos platos típicos de la zona (uno de ellos una especia de sopa), cerveza y agua por 28 dólares.

El día había sido agotador así que nos merecíamos un buen descanso en la habitación fantasma, que afortunadamente no pasó a perturbar nuestro sueño.

El Cementerio Bonaventure.

Al día siguiente y después de un abundante desayuno, nos fuimos en coche a una de las visitas imprescindibles en Savannah: Bonaventure Cemetery.

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Llegamos casi de los primeros y compramos un mapa en el centro de visitantes. Es un sitio precioso; de hecho, dicen que es uno de los cementerios más bonitos de Estados Unidos y en algunas publicaciones lo han catalogado como uno de los más bonitos del mundo.

Hicimos una ruta por sus puntos más representativos; pero deciros que la famosa estatua que se hizo famosa tras el libro y posterior película de «Medianoche en el jardín del bien y el mal» está en el Museo de Bellas Artes, no en el cementerio.

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Aun así y como podéis comprobar en las fotos, ese aire gótico y fantasmagórico hace que sea un sitio especialmente bonito y alegórico.

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Toda la ruta la hicimos en coche de un punto a otro, y parábamos en los lugares que más nos interesaban. No os perdáis esta visita porque os aseguramos que no os decepcionará.

Wormsloe Historic Site.

Tras esta interesantísima visita fuimos a otro punto a las afueras de Savannah y que consideramos sin duda alguna otra de las visitas imprescindibles en una visita a Savannah: Wormsloe Historic Site.

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Creo que poco más hay que decir viendo las fotos… es una delicia para la vista. Nosotros nos conformamos con pasear por la avenida principal, pero se puede entrar a ver lo que era la antigua plantación.

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El lugar es increíble; eso sí, intentad ir temprano porque si no, tendréis bastante trasiego de coches y no se disfruta igual.

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Por cierto, hay gente que dice aquí se rodó la escena de Forrest Gump corriendo de niño mientras lo perseguían unos matones… No es aquí sino en Yemassee, entre Charleston y Savannah.

Tybee Island.

Volvimos al coche y fuimos a dar un paseo por la cercana Tybee Island y sus inmensas y desiertas playas.

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Y además nos acercamos a ver el faro antes de volver al coche.

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Restaurante Debi’s.

Una vez en Savannah fuimos a comer en otro sitio recomendado e icónico: Debi’s, otro clásico de la comida sureña donde no solo comimos muy bien por 29 dólares, sino que es otra de las locaciones de Forrest Gump, concretamente aquí trabajaba Jennie cuando vio a Forrest salir en TV.

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City Market.

Después de comer nos fuimos a otra de las visitas imprescindibles de Savannah: el City Market, un lugar comercial muy bonito y agradable con preciosas tiendas y algunas cafeterías y restaurantes.

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Savannah y los fantasmas.

El día anterior habíamos contratado un tour en nuestro hotel con «Old Savannah Tours» que nos llevaría a recorrer los lugares más embrujados de la ciudad. Nos costó 30 dólares por persona y la verdad… no mereció mucho la pena… quizá lo único que terminamos en una casa histórica supuestamente de las más embrujadas y la pudimos ver por dentro… Pero bueno, no estuvo mal pero lo vimos algo descafeinado.

Esto es todo lo que dio de sí nuestra visita a Savannah en dos días. Si bien se nos quedó alguna cosa por ver más a fondo, creemos que si solo disponéis de dos días da para hacerse una buena idea de esta ciudad tan bonita.

A nosotros nos ha gustado muchísimo sobre todo por ese aire tan tranquilo pero con tan buen ambiente a la vez sin duda es una ciudad para volver, y para volver seguramente varias veces, porque además los alrededores merecen mucho la pena.