Comenzamos otro día en Praga con uno de los platos fuertes de la ciudad: su barrio judío. Hemos decidido partir el segundo día de visita en Praga en dos post, ya que durante gran parte de la mañana nos dedicamos a recorrer Josefov y creemos que es un sitio que merece explicarlo bien en una sola entrada del blog.
El Barrio Judío de Praga se formó en la Edad Media al unirse de forma muy gradual las dos comunidades que estaban asentadas en la ciudad.
El atractivo de la visita al barrio de Josefov (llamado así en honor a José II) está en que es uno de los barrios judíos mejor conservados que existen.
Llegaron vivir en el barrio más de 180.000 personas; y algunas de sus sinagogas se encuentran en tan buen estado debido a que durante la ocupación nazi, Hitler quería hacer como una especie de museo de la raza extinta. La planificación del barrio ha cambiado mucho ya que actualmente existen multitud de edificios del siglo XX.
Después de desayunar, fuimos paseando hasta la zona de Josefov y comenzamos las visitas con la Sinagoga Española en la que compramos el pase completo del museo que incluye la visita a todas las sinagogas y el cementerio (480 coronas por persona; si se lleva la Praga Card, estas entradas vienen incluídas).
La Sinagoga Española es una (si no la que más) de las más bonitas de todas; llamada así, por su estilo morisco y su gran parecido en los artesonados con algunos palacios de estilo árabe (algunos dicen que guarda gran parecido con alguna zona de La Alhambra o el Alcázar de Sevilla).
Realmente es muy bonita, los detalles, los colores, las lámparas… Además tuvimos mucha suerte porque en algunas de las sinagogas estábamos prácticamente solos.
Actualmente; en esta sinagoga se puede ver una interesante exposición sobre los judíos de las últimas décadas.
La siguiente visita fue a la Sinagoga Maiselova (Maisel). Esta Sinagoga, se construyó a finales del siglo XVI, pero actualmente está reconstruida en estilo barroco ya que un incendio la destruyó casi por completo.
Aquí hay una colección bastante interesante de telas, y objetos varios.
La siguiente visita, digamos que era una de las visitas a la que más ganas teníamos: el cementerio judío de Praga, situado a la salida de la Sinagoga Pinkasova (Pinkas).
La visita a esta Sinagoga es una de las más emotivas ya que en sus paredes se encuentran escritos los nombres de los 77.297 judíos checos asesinados por los nazis (solo de escribir la cifra da escalofríos).
Pero además se puede ver una colección de dibujos realizados por niños que estuvieron en el campo de Terezín.
Una vez salimos, entramos directamente al cementerio. Es una de las visitas imprescindibles de Praga, (aunque a Alberto le decepcionó un poco, ya que no había leído ni visto nada sobre él, y se imaginaba otro tipo de cementerio).
Es un lugar sobrecogedor que fue fundado alrededor del 1439. Los cuerpos se enterraban unos encima de otros (llegando a apilar más de 10) y en el cementerio existen unas 12.000 lápidas y se calcula que pueden estar enterradas unas 100.000 personas; entre ellos Mordecai Maisel o el Rabino Judah Loew.
Para entrar al cementerio suele haber unas colas increíbles, por lo que os recomendamos que hagáis como nosotros; que vayáis a cualquier sinagoga que esté vacía (están muy cerca unas de otras) y compréis la entrada. Una vez tengáis la entrada, entráis directamente sin hacer la cola para comprar la entrada.
Pasear entre las lápidas es como viajar al pasado, ya que el cementerio no ha sufrido modificaciones, está intacto, tal y como estaba… Durante más de 300 años, este era el único lugar en el que se permitía enterrar a los judíos.
Las piedras que veréis en las lápidas son debidas a la tradición judía, la piedra simboliza la eternidad, es como la visión del judaísmo de la muerte; de ahí esa costumbre a dejar piedras en lugar de flores (digamos que la piedra es eterna mientras que la flor se marchita).
Personalmente me impactó mucho la visita, creo que es uno de los lugares de Praga que más impactan al visitar; y después de visitarlo y digerir la visita (junto con la Sinagoga Pinkas), me reafirmo mucho más.
Seguimos con la sinagoga Klausova justo al salir del cementerio (esta si que la encontramos llenísima de gente) y en la que tan solo entramos a hacer un par de fotos porque apenas se podía estar.
Terminamos nuestra visita, con la única Sinagoga que no entra en el pase, la Sinagoga vieja-nueva. Esta sinagoga es sin duda otro de los imprescindibles en tu visita a Josefov por varios motivos.
Es una de las sinagogas más antiguas de Europa (solo hay otra del mismo estilo, en Cracovia); se fundó alrededor de 1270 y ha sobrevivido cosas tales como incendios, destrucción del ghetto y a muchísimos pogromos (linchamientos y expolios de etnias, grupos determinados o religiones…).
Aquí también encontramos bastante gente, pero aprovechamos un rato para ver los bonitos detalles que tiene su interior; como sus paredes o relieves antiguos.
Otro punto de interés de la visita es que cuenta la leyenda, que en el sótano de la sinagoga se encuentra el cuerpo del mítico Golem, personaje creado por el conocido rabino Judah Loew.
Un Golem es una ser animado que es creado a partir de materia inanimada como barro o arcilla.
La leyenda del Golem de Praga
Una de las leyendas más conocidas de Praga (es una ciudad llena de magia, con leyendas e historia de alquimia) es la leyenda del Golem.
Cuanta la leyenda que el rabino Judah Loew créo un golem a partir de arcilla para defender el gueto de los ataques antisemitas que sufrían constantemente pero también para proteger y mantener la Sinagoga Vieja-Nueva.
El Golem debía obedecer al rabino, y el único cuidado o mantenimiento del Golem era que no podía estar «vivo» durante el Sabbath, así que el rabino Loew, todos los viernes por la noche «desactivaba» al Golem por así decirlo. Pero un viernes, se olvidó de hacerlo y temía que el Golem profanase el Sabbath.
El Golen no tenía el don del habla así que había que meter en su boca un papel con la orden concreta.
En su frente, el rabino escribió la palabra «Emet» ( verdad, en hebrero).
Aunque también hay otras versiones que cuentan que el Golem se enamoró y que al verse rechazado enfureció y destruía lo que encontraba a su paso, así que el rabino logró inmovilizarlo y desactivarlo borrando la primera letra de su frente y dejando la palabra «met» (muerte) guardando su cuerpo en el sótano de la Sinagoga donde podría volver a la vida si así era necesario.
Pero hay más versiones, como aquella que cuenta que un agente nazi, bajó al sótano e intentó apuñalar al Golem, pero el agente resultó muerto.
La realidad es que es que el sótano se reformó en 1883 y no se encontraron evidencias del Golem; incluso un programa de televisión bajó en 1984 al sótano a filmar y tampoco se encontraron evidencias.
Los judíos más ortodoxos sí que creen que el rabino Loew crease un Golem ya que otros rabinos conocidos afirman haber vistos sus restos. Además de eso, en el texto cabalista «La cábala y su simbolismo» se dice que cada 30 años el Golem aparece en n cuarto sin acceso al gueto de Praga.
Después visitar esta última sinagoga, compramos un Golem hecho a mano en uno de los puestos cercanos, queda perfecto en la estantería.
Dimos por terminada nuestra visita al barrio judío de la ciudad; satisfechos, y yo personalmente muy impactado con alguno de los puntos a visitar.
Esperamos que os sea de utilidad este post a la hora de visitar el Barrio Judío de Praga.
Que visita mas bonita, auqnue dura (lo de los dibujos de los niños de Terezin…buff) Sin duda estará en nuestro MUST cuando visitemos Praga.
Y nos hará gracia visitar la sinagoga del golem…los fans de Terry Pratchett los conocemos bien ^_^
Conociéndoos, esta parte de la ciudad os encantara. No recordaba lo de Terry Pratcher!
Un abrazo Vero L
Holita! 🙂
De las dos veces que he ido a Praga, la última vez visité al completo el barrio judio de Josefov y para mi es una visita atípica, bonita y a la vez sobrecogedora.
Mi hermana, mi tía y yo al no tener mucho conocimiento de inglés la hicimos con White Umbrella que ofrecían el tour en español. http://whiteumbrellatours.com/tours-de-praga/?lang=es
Destaco dos cosas:
Primero por el impacto que genera visitar un cementerio con tanta historia y en segundo lugar porque es un toque especial el que da esta ciudad en líneas generales desde la época de la Edad Media con tantas cosas que ha vivido.
Enhorabuena por el post y yo estoy deseando de realizar una tercera visita tan pronto como sea posible.
Un beso.
Rocío.
Gracias por leernos Rocío. Espero que puedas volver pronto. Un abrazo
Una pregunta, David. La entrada a las sinagogas vale para todo el día, correcto?. Es decir, puede sacarse a primera hora de la mañana para luego ser utilizadas a lo largo del día, ¿no es así?.
Un saludo!
Si no recuerdo mal, valen para todo el día si. Al menos cuando nosotros estuvimos. Un saludo !