Esta nueva etapa nuestro viaje por Florida y los Estados del Sur, fue una etapa larga y digamos de transición para llegar desde Orlando a Charleston.
Salimos temprano nada más desayunar porque teníamos por delante alrededor de 6 horas de coche hasta Charleston, así que no había tiempo que perder.
Para este día de ruta no habíamos preparado nada previamente así que la noche antes estuvimos investigando un poco para ver dónde hacíamos las paradas antes de llegar a Charleston y finalmente decidimos parar en Amelia Island; concretamente en Fernandina Beach y en Brunswick, este último lugar ya en el estado de Georgia.
Antes de ir al centro histórico de Fernandina Beach, hicimos una parada en la playa de la zona. Como aún era temprano apenas había gente y pudimos disfrutar de un buen rato de pase por la playa para nosotros solos.
La playa amplísima y con unas casas en la orilla preciosas (y carísimas seguramente).
Preguntamos a un policía dónde estaba la zona del centro histórico y fuimos hacia allí.
Fernandina Beach es el típico pueblo de película, con unas casas preciosas y unos locales con muchísimo encanto.
Aparcamos el coche y lo que hicimos fue pasear tranquilamente por la calle principal disfrutando de algunas tiendas encantadoras, como una de decoraciones de navidad o una librería en la que encontré ( y no me pude resistir a comprar alguna cosilla…).
Las casas que veíamos a un lado y otro de la calle eran preciosas, a cada cual más bonita. Muchas de ellas reconvertidas en preciosos Bed and Breakfast. Una zona tranquilísma y muy bonita en la que pasar un par de días para descansar.
Muy contentos con la pequeña visita volvimos al coche para poner rumbo al siguiente punto: Brunswick, en el sur de Georgia.
Decidimos hacer una parada aquí porque leí en varios sitios que era un sitio muy recomendable y agradable para dar un paseo o incluso comer. Pues bien… nosotros cuando llegamos tan solo encontramos un pueblo fantasma.
No sabemos si es porque era domingo, tampoco era muy temprano… pero no había nadie por la calle…
Estuvimos paseando por varias zonas del pueblo, y la verdad es que si que era bonito y agradable, pero daba un poco de mal rollo…
Tan solo nos encontramos con un matrimonio mayor podando un árbol y con dos señores que pararon su coche y me preguntaron si quería irme con ellos a comer (evidentemente no fui)…
Así que después de unas cuantas fotos y al ver que no había nadie por allí nos volvimos al coche porque además; como os podéis imaginar no había nada para comer así que paramos en un Burguer King de carretera antes de seguir camino ya directamente a Charleston.