Erase una vez, un niño que soñaba con dragones y héroes, con hadas y duendes, con piratas y bucaneros, con garfios y cocodrilos. Soñaba que sobrevolaba la ciudad de Londres gracias al polvo de hadas y soñaba también que volaba sobre Agrabah en su alfombra mágica.
Se imaginaba nadando bajo el mar junto a sirenas, cangrejos parlanchines y peces de colores o luchando contra brujas malvadas.
Disfrutaba imaginando que su cama volaba y aparecía en la isla de Namoombu y soñaba que tal vez; algún día, lograría sacar la espada de la piedra y convertirse en el Rey de Camelot o porqué no perseguiría a un conejo blanco a través de un laberinto.
Cantaba una y otra vez esas canciones que tan bien se sabía y veía una y otra vez esas películas, releía sus libros…
Lo que ese niño no sabía, era que su madre, íba a convertir su sueño en realidad. De eso hace ya 16 años… La primera vez que pisó la tierra de la fantasía y se encontró con esos personajes que hasta ese día solo estaban en los libros, en las películas y en su cabeza.
Lo recuerdo como si hubiese estado ayer mismo… y tenía 13 años la primera vez que fui a Disneyland París… fue en un viaje de estudios cuando estaba terminando la EGB. Y aquello me llenó de ilusión. Solo fue un día, pero eso le bastó para llenarse aún más de infancia e ilusión. Es más; creo que ese día, decidí que no quería dejar de ser un niño jamás; y en parte así ha sido…
Pero los sueños de ese niño no terminaron. Aunque el niño creció, siguió conservando mucha de esa ilusión y siguió disfrutando con esos personajes y esas historias tan bonitas.
El tiempo pasó muy deprisa y cuando ese niño era ya un adulto; de repente tuvo un hermanito pequeño.Eso le llenó de ilusión, y de nuevo comenzó a soñar, y a ilusionarse por pequeñas cosas. Pero esta vez no soñaba solo, y le inculcó a ese pequeñín el amor por los sueños y los juegos.
Y de nuevo, esa madre; un buen decidió cumplir los sueños del más pequeño y volver a cumplir los de no tan pequeño…
¿Os apetece volver a ser niños por un tiempo?
Aquí comienza la fantástica historia de unos maravillosos días en Disneyland París…
Siiiiii, quiero más; quiero volar contigo por Nunca Jamás y darle lo suyo al Capitán Garfio. Quiero seguir siendo, como tú, un niño perdido. Bueeeeno vale, te dejo a tí ser Peter Pan y yo seré un niño perdido, que la historia es tuya.
Si, si muy bonita la historia, pero queremos fotos!!!!