Comenzaba otra emocionante etapa en nuestra aventura americana, nos íbamos a Las Vegas ¡!!

Teníamos por delante 265 millas, unas 4 horas y media por delante; así que dividimos el viaje en dos partes: Los Angeles-Barstow y Barstow-Las Vegas.

Queríamos ir a Barstow para comer en Peggy’s Sue; un restaurante tipo años 50, tal y como se ve en las películas.

Teníamos muchísimas ganas de comer en este restaurante y llevábamos unas expectativas muy altas ya que teníamos muy buenas referencias.

Tras algo menos de dos horas, llegamos a Peggy’s Sue.

Entrar allí es trasladarte a un pasado de brillantina, tupés y rock and roll. Os aseguro que es como meterse de lleno en los años 50. Nos pareció el restaurante de este estilo más auténtico de todo el viaje.

Camareras vestidas con faldas de vuelo, muy amables, decoración totalmente original, la música de aquellos años…

Y la comida fue espectacular, muy buena y abundante y a un precio muy muy bueno. Una parada más que recomendable si hacéis la misma ruta.

Al lado de Peggy’s Sue (unos kilómetros más allá) tenéis Calico, un “pueblo fantasma” que decidimos no visitar, porque al parecer, la zona del Far West de Port Aventura es muy parecida; es decir, que no es demasiado auténtico, y casi todas las casas que hay son tiendas para el turista.

Así que seguimos nuestro camino, directos a LAS VEGAS ¡!!!!!

Según nos íbamos acercando mi corazón se aceleraba un poquito más, porque además antes de llegar pasas por varios puntos donde hay casinos y te vas emocionando un poquito más.

Cuando te acercas y cuando aún faltan varios kilómetros para llegar… WOWWW ¡!!!! Puedes ver el skyline de Las Vegas, y ya piensas QUE PASADA ¡!!!!

Pillamos un atasco bastante grande, que nos tuvo retenidos un montón de tiempo, porque dos coches se habían dado un golpe y la habían montado gorda por allí.

Pero por fin, y poco a poco nos metimos de lleno en Las Vegas. Que sensación estar conduciendo por allí ¡! Y no sabes hacia qué lado mirar!! Y así, llegamos al Strip, la calle principal de Las Vegas.

Las Vegas es conocida como la Sin City (la Ciudad del Pecado) por la popularidad del juego, las apuestas legales, la disponibilidad del alcohol y la legalidad de la prostitución.

Durante los 50,60 y 70 tuvo un auge importantísimo, y en la década de los 80 la zona de Freemont Street (la zona más antigua y auténtica) comenzó a caer en decadencia.

El resurgir comenzó en los 90 con la apertura del Mirage, y comenzaban así las grandes construcciones del strip de Las Vegas, que trajo como consecuencia que la zona del Downtown (la zona de Freemont) cayese aun más en decadencia.

Llegamos sin mayor problema a nuestro hotel el Imperial Palace y dejamos el coche en el self parking ya que la zona donde te aparcan el coche estaba llena.

Elegimos este hotel por relación precio/ubicación. Es uno de los que mejor ubicado está, (frente al Caesar’s Palace), en medio de todo el meollo.  El hotel en sí, es bastante cutre en comparación con los grandes y lujosos hoteles que se ven por allí. Pero nosotros contábamos con el hándicap de que íbamos durante fin de semana (sábado, domingo y lunes) y los precios se triplican… (aquí os aconsejos que si podéis adaptar la ruta a estar en las vegas entre semana, mucho mejor).

El mejor precio, lo encontramos en la propia web del hotel, muchos meses antes. Eso sí, no cojáis las habitaciones capri, son en un edificio anexo y son de lo peorcito.

Hicimos el Check-in son problema y tuvimos mucha suerte porque apenas había cola (se suelen formar colas larguísimas).

Lo primero que nos sorprendió fue el hecho de que la recepción se encuentra en el casino, y tu para llegar a las habitaciones pasas por medio del casino, entre tragaperras, mesas de juego, bailarinas, y cientos de personas que iban de un lado a otro.

Nosotros pedimos habitación exterior y alta, y así fue… (a pesar del ruido, eso, muchísimo ruido) con unas vistas maravillosas al strip. Desde el balcón podíamos ver el Forum Shops del Caesar’s o el Mirage…

Estábamos totalmente alucinados, así que después de dejar las maletas rápidamente y sin descansar ni un momento, salimos dispuestos a sumergirnos y a pecar todo lo que pudiésemos ¡!

Lo primero que hicimos fue ir directamente al Caesar’s Palace a recoger las entradas de Celine Dion que había comprado 7 meses antes ¡!!. Y nos encontramos con esto antes de entrar… casí me da un vuelco el corazón.

Una vez dentro; y totalmente impresionados todo era lujo mirases donde mirases (nada que ver con nuestro hotel). Recogimos rápidamente las entradas y nos fuimos a dar una vuelta por el hotelazo (en Las Vegas puedes entrar libremente a los hoteles); la recepción, el casino… todo era un lujo, y la zona de las piscinas, es totalmente impresionante. Sin duda es uno de los HOTELES de Las Vegas y las preciosas camareras con unas minúsculas togas paseándose por el casino para deleite de muchos.

Salimos del Caesar’s y como estaba anocheciendo ya nos fuimos a coger el autobús (no me apetecía conducir mas) que nos llevaría al Downtown, a ver Freemont Street, la zona vieja de Las Vegas.

Os Aseguro que es una pasada pasear por Freemont Street es una pasada, es la zona más auténtica de Las Vegas, donde están los casinos de los años dorados… Ahora parece que esta zona está viviendo un resurgir debido al espectáculo Freemont Street Experience, un espectáculo lleno de luz y sonido, además de haber conciertos, tiendas de souvenirs, y mucho mucho alcohol.

La recomendación es ir a esta zona por la noche (por el tema de las luces, el show etc.) eso sí, a nosotros nos recomendaron no salir de la Freemont Street, porque parece ser que las calles de alrededor no son nada recomendables.

Cuando terminó el show, estuvimos paseando de un lado a otro de la calle, jugando en alguna que otra máquina y comprando unas fichas a modo de souvenir.

Cogimos el autobús de vuelta, que tardó media vida en volver porque para en todos los hoteles, además había un tráfico horroroso, pero vas viendo los neones, los hoteles, estás tan alucinado que no te das cuenta.

Nos bajamos y fuimos dando un paseo mirando a ambos lados del Strip, viendo la Torre Eiffel, el Caesars, el cartel del Flamingo… y nos metimos en el casino de nuestro hotel a jugar unos dólares y después a comernos un perrito caliente con unas cervezas.

No podíamos más con el cuerpo así que a pesar del ruido de Las Vegas caímos agotados en la cama.  Creo que no se puede cumplir 30 años de la mejor manera.

Amanece en Las Vegas, 3 de julio. Ni nos enteramos del ruido por lo que decidimos no pedir el cambio de habitación, abrir la cortina y ver esas vistas lo compensa todo.

Era curioso ver el Strip de día y casi vacío sin coches ni gente. Después de la reparadora ducha, bajamos a recepción a preguntar por el pase de los buffets. Consiste en una pulsera en la que por 50 dólares puedes comer durante 24 horas en los 7 buffets de los hoteles del grupo Harrah’s (Imperial, Flamingo, Rio, Caesar’s, Paris y si no me equivoco el Planet, Harrah’s y Bally’s). Decidimos comprarlo y comenzamos desayunando en el buffet del Imperial. Un desayuno a lo bestia, repleto de cosas, frías y calientes. Una barbaridad.

Y comenzaba ya nuestro tour hotelero por el Strip.

Comenzamos paseando por las terrazas del Flamingo para poder ver alguno de sus bonitos flamencos. Una terraza muy bien ambientada y con varios grupos de estos animales.

Del Flamingo nos pasamos al Harras’s donde pude ver en el hall de su casino una de las cosas más horteras que he visto jamás, una estatua o escultura, horrorosa de dos personajes tipo rústicos en dinerolandia, claro que luego te das cuenta que ves mucha gente así por allí  y es de lo más normal.

Salimos horrorizados por aquella visión y nos fuimos hasta otro de los HOTELES de Las Vegas: el Venetian.

No sé deciros si es porque es el primer hotelazo temático que visitamos en Las Vegas (en el Caesar’s el día anterior solo dimos una pequeña vuelta) pero nos dejó impresionadísimos, está todo tan al detalle que hace de él un hotel realmente precioso. Por supuesto que no es Venecia claro, pero donde habéis visto un hotel con puentes, un canal, gondoleros… Sobre todo la sensación de ese cielo pintado con estrellas que parece realmente auténtico. Un montón de tiendas de lujo, restaurantes una heladería donde nos tomamos un helado realmente exquisito… nos enamoramos de este hotel, tanto que si algún día vuelvo a Las Vegas, será uno de los candidatos para alojarme.

Junto al Venetian está el Palazzo otro lujosísimo hotel muy muy bonito y con multitud de tiendas de mucho lujo. Por supuesto, el orgullo americano están constantemente por todas partes.

Me resultó muy curioso la forma de mezclarse en los grandes hoteles de gente muy elegante con turistas de a pié…

Decidimos seguir hacia arriba con nuestra ruta y aprovechamos para visitar el Wynn y el Encore.

El Wynn es otro hotelazo precioso y muy lujoso, con enormes piscinas y un colorido espectacular. Aprovechamos para recoger las entradas para el espectáculo que veríamos al día siguiente en su teatro. Impresionante también la zona de recepción del Wynn y también del Encore (el Wynn es otro firme candidato para alojarme si vuelvo, el problema es que queda más alejado de la zona “central”).

Los casinos, llegó un momento en que me parecieron muy parecidos.

Frente al Wynn y Encore hay un centro comercial con varias tiendas y restaurantes donde nosotros aprovechamos para mirar precios y poder comparar al día siguiente en el outlet. También había un punto de venta de entradas de varios espectáculos.

Pasamos al Treasure Island; al lado del centro comercial, otro de los clásicos del Strip perfectamente ambientado como una isla pirata y donde se pueden disfrutar todos los días del espectáculo de los piratas en el barco que está en su exterior. Alucinante también la Harley sirena que se encuentra en uno de sus vestíbulos.

Por cierto que en la zona externa donde las piscinas hay una especie de club/pub bastante concurrido.

Y ya llegamos a otro de los clásicos y el gran lujazo del Mirage. Impresionante (bueno realmente como todos), precioso también, por dentro y por fuera, y el vestíbulo es maravilloso.

Como ya era hora de comer, nos fuimos al Paris, donde me habían dicho que era de los mejores buffets de Las Vegas.

El hotel París (otro de los HOTELES) es IMPRESIONANTE. Es muy muy bonito, con unas cristaleras maravillosas, unas salas de convenciones impresionantes, y realmente pasear por dentro de este hotel te hace pensar que estás paseando por alguna de las calles de París.

El Buffet… no hay palabras para describirle, desde luego el restaurante es precioso, y la comida es espectacular. Las críticas que había leído estaban en lo cierto. Comimos de maravilla en un ambiente increíble y muy a gusto.

Cuando terminamos de comer paseamos un rato más por el precioso París y salimos dirección a ver el espectáculo de las fuentes del Bellagio.

Impresionante espectáculo de agua y sonido, combinado a la perfección con unas formas maravillosas que se acompasan al ritmo de la música. (hay pases durante todo el día).

Cuando terminó el show de las fuentes, entramos al Bellagio que sin duda alguna, es otro de los mejores de Las Vegas. Impresionantes las tiendas de lujo (incluso entramos en Tifanny’s sin problema alguno), todo aquello era un lujo, y los vestíbulos eran impresionantes; los detalles de los techos muy bonitos, originales y con muchísimo colorido (otra de las opciones para mi próxima visita). Lujo, mirases por donde mirases, incluso se notaba el lujo en los detalles de las mesas de juego.

Cuando salimos del Bellagio dimos un paseo por el Bally’s y volvimos a la habitación de nuestro hotel a cambiarnos de ropa. Nos íbamos al Caesar’s Palace.

Precioso hotel como ya os había adelantado, increíble la copia del David de Miguel Angel que hay en el vestíbulo, de verdad que sin duda alguna y en mi opinión este es el HOTEL de Las Vegas. Las fuentes, los detalles, las columnas… Las piscinas a modo de termas romanas, hacen que parezca que estás en la antigua Roma.

Paseamos un rato más y entramos a la tienda de Celine Dion a echar un vistazo; y ahora sí, había llegado uno de los momentazos clave de nuestro viaje. Se abrían las puertas del Colosseum at Caesar’s Palace (como anécdota decir, que el Colosseum del Caesar’s, se creó para albergar el anterior show de Celine en Las Vegas). La emoción que sentíamos en esos momentos no os la puedo describir con palabras. No podía creer que estuviese a punto de ver a una de mis cantantes preferidas en ese lugar tan mítico. Y así sin más, se abrió el telón:

Estuve en shock todo el concierto, fue un espectáculo, sencillo pero muy muy muy elegante, ambientado en las grandes divas de los años 50, con una orquesta maravillosa, y con varios homenajes. Ella estuvo magistral, humana y muy cercana al público. Y qué decir de la voz… maravillosa. Superó con creces todo lo que esperaba de ese show, lágrimas y momentos que no podré olvidar nunca.

Cuando salimos emocionadísimos del Caesar’s nos topamos con muchísima gente en la calle, y de repente comenzaron los fuegos artificiales del 4 de julio (a pesar de ser día 3, allí los hicieron ese día) y muchísima gente gritaba, agitaba banderines. Fue muy emocionante compartir ese momento con los americanos. Fue como un fin de fiesta impresionante con aquellos fuegos artificiales y la emoción compartida por tanta gente.

Fuimos al buffet del Flamingo y cenamos algo rápido (ni hambre teníamos) y fuimos corriendo a ver la erupción del volcán del Mirage (otro de los espectáculos gratuítos), otra de las experiencias que hay que vivir en Las Vegas.

Y  tras la erupción del volcán fuimos corriendo a ver si teníamos suerte y podíamos ver el show nocturno de las fuentes del Bellagio. Y la tuvimos, maravilloso ¡! Si el show de la tarde nos había gustado, el de la noche fue aún mejor; de verdad que la técnica es increíble.

Que día tan maravilloso, no se podía pedir más… bueno sí, jugamos unos dólares a las tragaperras pero no hubo suerte… así que nos fuimos a dormir y a reposar las emociones de un día tan intenso.

4 de Julio. Felicidades USA ¡!!

La noche anterior nos quedamos con ganas de probar el buffet del Caesar’s así que nos fuimos a desayunar allí. De nuevo un desayuno increíble, en un ambiente selecto y con comida para parar 20 trenes (que buenos los mini donuts ¡!!).

Tras el inmenso desayuno nos fuimos al autobús que nos llevaría al Outlet Norte de Las Vegas. (El autobús es la línea gold, no os preocupéis que además se ve bien, no tendréis problema para cogerlo). Llevamos impresos de www.premmiunoutlets.com unos cupones descuento que te dan gratuitamente al darte de alta (solo hace falta el mail y poco más). Increíbles los precios, no os podéis hacer una idea… de verdad que casi regalados, tenéis todas las tiendas que queráis, Levi’s, tommy, converse, adidas, nike, polo, pepe jeans, guess, Armani, etc etc etc etc. Aquello fue un no parar de compras y más compras. Precios irrisorios de verdad.

Terminamos con las compras (y con la visa…) y regresamos a nuestro hotel, donde dejamos las bolsas y nos fuimos hacia la parte sur del strip comenzando con la visita a la tienda M&M’s , la tienda de coca-cola (con objetos de todo tipo) y llegando al enorme hotel MGM en el que entramos a visitar los leones que dicen son descendientes del león de la metro, pero estaban dormidicos, así que nos llevamos un pequeño chasco. Pero el hotel, como no, grandioso e impresionante.

Cruzamos la pasarela y pasamos al increíble hotel NEW YORK. Increíble, con réplicas del puente de Brooklin o la estatua de la libertad. Incluso con una montaña rusa que comienza dentro del hotel ¡!. Por dentro algunas de las “calles” están ambientadas en callejones de Nueva York verdaderamente logrados (lo que no hagan estos americanos…).

Salimos del NY y nos dirigimos al Excalibur, el hotel ambientado en un castillo medieval. Sé que me repito, pero es que hacen las cosas realmente logradas, de nuevo un hotel precioso. En el que por momentos parece que estás en un verdadero castillo.

Allí entramos en un bar a tomarnos una jarra de cerveza enorme (2 litros) y charlando con unos americanos que estaban pasando el puente del 4 de julio allí.

Y de un castillo medieval nos fuimos a Egipto, al hotel Luxor. Increíble y precioso pero está muy alejado del centro neurálgico de todo… pero los detalles egipcios que tiene, jeroglíficos, esfinges, la pirámide central, fuentes, la zona de piscinas… Genial la verdad.

Y se nos había hecho tarde de nuevo así que cogimos el autobús y nos fuimos directos al Wynn a ver el espectáculo Le Réve. NO HAY PALABRAS PARA DESCRIBIR ESTE ESPECTÁCULO. Es de las cosas más bonitas que veréis, y merece la pena cada dólar que se paga. Es del creado del Circo del Sol (Dragone), y os aseguro que no podréis cerrar la boca en todo el espectáculo. Fue una experiencia fantástica.

Cuando salimos del Wynn totalmente extasiados, nos metimos de nuevo a pasear por el Venetian, cenamos en un self service de por allí, y seguimos paseando “por las calles de Venecia” y despidiéndonos de ese maravilloso hotel, prometiéndonos volver.

Intentamos ver el espectáculo de los piratas del Treasure pero había mucha gente así que nos fuimos paseando y disfrutando de las luces y el ajetreo del Strip. Despidiéndonos de Las Vegas camino de nuestro hotel y recordando que “Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas”.

IMPRESIONES DE LAS VEGAS: Es una ciudad que o te gusta mucho o no te gusta nada, a mi resultó tan hortera casi todo que me encantó. Es una ciudad de entrenamiento para adultos. Un parque temático para mayores de 18. Donde queda patente la doble moral americana.

Yo me hubiese quedado otro día más para disfrutar un poco más de los hoteles y ver otro espectáculo más.

Si podéis intentar ir entre semana porque podréis encontrar muy buenos precios en buenos hoteles.

Si os inscribís en www.smartervegas.com os mandan ofertas muy interesantes.

Las Vegas, es algo que hay ver para opinar, ya os digo que puede chocar mucho, porque no te esperas que todo sea tan grande.

Pero sí que nos quedamos con ganas de más… Por varias razones, Las Vegas siempre será especial para mí…