Salimos de Gansbaii y yo no las tenía todas conmigo porque seguía bastante mareado pero bueno, despacio y con buena letra, llegamos a nuestro siguiente punto en la ruta: Cape Agulhas.
El Cabo Agujas o Cape Agulhas es el punto más al sur del continente africano (no el Cabo de Buena Esperanza como piensan muchos); y fue descubierto por el navegante Bartolomé Díaz, allá por 1488 y fue el que le dio este nombre debido a que la aguja de la brújula presenta una desviación de 26 grados entre el verdadero norte y el norte magnético; pero debido también a la forma escarpada de sus rocas.
Lugar mágico para muchos, es el punto en el que confluyen las aguas del Océano Indico y Atlántico, lo que lo hace que este lugar tenga un significado aún más especial.
Cuando llegamos aparcamos el coche para hacernos las fotos típicas del lugar y pasear un rato por la zona y estirar las piernas y que nos diera un poco el aire. Y vaya si te da el aire; aquí suele haber siempre fuertes corrientes de aire creando grandes corrientes y olas que rompen contra las rocas.
No sé si tiene o no algo de magnético, algo de magia pero la verdad es que sientes algo en ese lugar; porque además… miras al mar, miras al horizonte… intentando ver lo que hay más abajo… la Antártida ¡!!! Allí… “a un paso”…
Fue agradable dar un paseo por un lugar con tanto significado para muchos navegantes; es como si te transportases en el tiempo…
Es un lugar muy bonito; además, su faro es el segundo faro en servicio más antiguo de Sudáfrica.
Fue una pena que no estuviese más despejado porque no vimos esconderse el sol; pero la verdad que es una parada que merece la pena.
Si se tiene más tiempo o si se llega con más tiempo se pueden dar bonitos paseos por su parque nacional; que entre otras cosas ofrece deportes náuticos y avistamientos de ballenas.
En Agulhas hay un par de restaurantes y un comercio… Lo demás son viviendas; muchas de ellas utilizadas como residencia de verano.
Nos dirigimos ya hacia el hotel porque estaba oscureciendo; de nuevo una especie de B&B precioso en el que su dueño nos recibió con una tremenda amabilidad; se trata del South Of Africa Self Catering reservado a través de Booking por 34’51 euros.
Estuvimos descansando un rato en la habitación (casi apartamento…) antes de salir a buscar un sitio donde cenar.
De nuevo noche cerrada a las 18.30 de la tarde… cenamos en un restaurante de la zona rodeados de gente local y disfrutando de un buen pescado y un buen trozo de carne.