Comenzamos un nuevo día en Islandia (nuestro segundo día completo) iniciando el camino hacia el norte del país.
Después de desayunar en el hotel (un desayuno bastante bueno que teníamos incluido en el precio), nos dirigimos a un punto que no teníamos apuntado en un principio pero que nos recomendaron la noche anterior: el cañón Kolugljufur.
Era muy temprano por lo que no nos extrañó estar completamente solos y poder disfrutar de este cañón para nosotros solos. Pero la verdad es que esa fue la tónica de todo el viaje excepto en el sur del país.
A pesar de no ser el cañón más bonito ni mas grande del país, te permite hacerte una idea de la potencia del agua y los movimientos de las placas tectónicas de la tierra.
Estuvimos un rato en diferentes puntos de la zona para poder tener varias perspectivas y la verdad es que nos pareció un sitio muy bonito. Yo creo que influyó mucho el que pudiésemos estar solos.
Cogimos el coche y nos pusimos ya rumbo hacia el norte, concretamente hoy dormiríamos en la zona del Lago Myvatn y teníamos un largo camino por delante pero teníamos algunos puntos imprescindibles de Islandia en el camino.
Según avanzábamos a nuestra siguiente parada, el tiempo se empezó a complicar un poco más y el día se oscureció muchísimo y además, empezó a llover de manera copiosa.
Y bajo la lluvia, llegamos al famoso Hvitsekur, el troll de piedra que se encuentra a 15 metros de la playa.
Se trata de una roca basáltica que algunos dicen que tiene forma de rinoceronte. Se puede bajar a la playa y verlo de cerca pero la verdad es que nosotros nos tuvimos que conformar con verla desde el mirador, porque llovía muchísimo y no solo eso, es que el terreno resbalaba muchísimo.
La playa por cierto; tan salvaje, también es preciosa.
Todavía empezó a llover de manera más intensa y hacer muchísimo aire por lo que era muy incómodo permanecer allí, así que volvimos al coche y continuamos nuestro camino.
Cuando llegamos a Glaumbaer nos llevamos un pequeño chasco ya que había varias furgonetas y dos autocares repletos de chinos… pero justo cuando aparcamos y bajamos del coche, dejó de llover y todos los chinos volvieron a sus vehículos (se debieron de bajar para hacer un par de fotos).
Glaumbaer son un conjunto de antiguas granjas con un pequeño museo (puedes ver cómo eran esas granjas por dentro) pero nosotros no pudimos entrar ya que no sabemos por qué, pero estaba cerrado.
Todo el tiempo que estuvimos paseando por allí estuvimos solos así que pudimos hacer un montón de fotos bonitas de este sitio al que le tenía tantas ganas. Me parece un sitio precioso, y el contraste del verde con el color del día oscuro era precioso.
Nos conformamos con ver el interior de las granjas desde un cristal pero estábamos muy contentos de poder pasear solos entre las granjas.
Nos acercamos también a echar un vistazo a la iglesia y cementerio de Glaumbaer antes de volver al coche.
Aunque no íbamos a visitar a fondo la capital del norte, decidimos hacer una parada en Akureyri para comer y dar un paseo por su calle principal.
Comimos una especie de brunch a base de huevos con bacon y salchichas, tostadas y patatas, con un zumo de naranja por unos 11 euros cada uno. Aprovechamos para comprar un par de postales y un imán en una librería cercana y dar un pequeño paseo por la calle comercial.
Y de nuevo al coche que aún quedaba camino por hacer y una de las paradas top del día.
Tras unos 40 minutos de carretera llegamos a una de las cascadas más impresionantes de Islandia: Godafoss o la cascada de los dioses.
Aquí sí que había mucha gente pero como es tan enorme, no tienes esa impresión. La verdad es que la cascada impresiona, te parece increíble que pueda caer esa cantidad de agua.
Godafoss tiene una caída de 12 metros y unos 30 metros de largo, una roca en medio digamos que parte el salto del agua en dos… y la verdad es que esto la hace especial.
Fuimos a los diferentes puntos para hacer fotos e incluso deslumbramos un poco de sol que nos permitió que alguna foto quedase mucho más bonita aun.
El sitio cuanto menos impresiona. Estábamos muy sorprendidos con lo muchísimo que nos estaba gustando Islandia. Aquí también vimos a mucha gente inconsciente (por no llamarlos de otra manera) jugándose la vida por tener una buena foto postureadora.
Y ahora sí ya en el norte del país volvimos a la carretera para llegar a la zona del Lago Myvatn.
Aquí teníamos apuntados unos 3 puntos de interés; el primero de ellos la gruta Grjotagja. Nuestro interés en esta cueva es por nuestra afición a la serie Juego de Tronos, y es que esta cueva fue una de las localizaciones de la serie, concretamente la usaron para el encuentro de Jon Snow y la salvaje Ygritte.
Tengo que deciros que lo único que me gustó de este sitio fue el entorno (que es espectacular), la gruta en sí… si andáis justos de tiempo, ni os molestéis porque no merece la pena.
Después de este pequeño chasco (que no lo fue tanto ya que las vistas del entorno son impresionantes) los fuimos al siguiente punto de interés: la zona geotermal de Hverir.
Hverir está situada muy cerca del volcán Krafla y del Lago Myvatn. Una vez se aparca el coche en la explanada lo único que tenemos que hacer es disfrutar del espectáculo de colores inimaginables y olor a azufre.
Existen unas pasarelas (algo rudimentarias) por las que puedes pasear para ver de cerca estos increíbles fenómenos geotermales.
La zona es realmente espectacular pero si tengo que ser completamente sincero, después de haber pasado 4 días en Yellowstone, esta zona no nos impresionó mucho. Para una persona que no haya visto ningún lugar del estilo, se quedará boquiabierto, y ojo que es muy bonito, pero claro nada puede compararse a Yellowstone (en lo que a fenómenos geotermales se refiere).
La luz iba cayendo y no queríamos irnos al hotel sin ir a la última visita imprescindible: el cráter Viti en el volcán Krafla.
Cuando íbamos ascendiendo con el coche nos encontramos ya con bastante nieve y algunos puntos con hielo así que aminoramos un poco la marcha… nos pensamos mucho si subir o no, porque hubo unos metros en los que la nieve complicó un poco la subida (yo pensaba también en la bajada …) pero decidimos seguir mientras veíamos un atardecer de película.
Viti es uno de los cráteres del inmenso volcán Kafra (tiene más de 10 kilómetros de diámetro).
Cuando llegamos al cráter no pudimos decir otra cosa que abrir la boca hasta el suelo. La imagen era preciosa, esa luz azul del final de la tarde, el contraste del color de la nieve con el agua del lago en el cráter… todos los kilómetros habían merecido la pena para tener esta imagen para siempre en nuestras retinas.
Os aconsejamos que si no lleváis un 4×4 y vais a partir de septiembre, os lo penséis y vayáis con muchísimo cuidado porque puede ser peligroso.
Por cierto, de camino a este lugar, está la famosa ducha en medio de la nada. Nosotros no paramos porque no nos apetecía quedarnos en bañador con el frío que hacía…
Satisfechos y casi emocionados por estos dos días tan increíbles que nos estaba regalando Islandia, nos fuimos al hotel en la zona del Lago Mytvan esperando que hubiese suerte con las auroras boreales… (no la hubo esa noche) y cenamos tan ricamente en la habitación del hotel, viendo un par de capítulos de una serie de Netflix y pensando en la ruta del siguiente.
Qué pasada!! Esas casitas con la hierba en el tejado son espectaculares, ojalá podamos pronto visitar este increíble país!
Estoy seguro de que os encantaría !!!
Espectacular David!! Voy por fin dos semanas este verano y muero de ganas!! Con mis hijos en otra época es imposible. Como haya tantos chinos como dices me entrarán instintos asesinos!
Totalmente de acuerdo contigo en lo de Yellowstone. Aunque todo tiene su encanto. Y por dios!!!! Si te ha gustado esto tienes que ir ya a Argentina al PN de los Glaciares y a Iguazú.
Mil gracias siempre por tu blog. Hay sitios que he descubierto como Stokkness gracias a ti.
Y la ruta 61 el año que viene a topeee!!