Hemos decidido hacer este post para visitar Bruselas en un día, porque leemos muy a menudo que cuando la gente planea un viaje a Bélgica nos pregunta cómo organizar Bruselas en un día (o en día y alguna tarde suelta…).
Evidentemente, resulta imposible concentrar todo lo que ofrece la ciudad en un solo día; pero si nos organizamos bien podremos disfrutar de sus principales atractivos turísticos en un día.
Os dejamos así, una lista a modo de planning o itinerario de qué ver en Bruselas en un día.
Para empezar y como consejo referente al alojamiento, lo ideal es alojarse en el centro turístico para así poder abarcar mucho mejor nuestro plan y tener la estación central de tren a mano (ya que como ya sabréis, una de las mejores maneras de moveros por Bélgica en vuestros viajes es en tren).
No podíamos dejar de empezar nuestra ruta en la Grand Place, una de las plazas más maravillosas que hemos podido visitar (Víctor Hugo tenía razón cuando la describía como la plaza más bonita del mundo). Está claro que sobre gustos no hay nada escrito pero a nosotros nunca nos decepciona, entrar en la plaza es como entrar en una gran salón de baile, con sus casas de gremios, el impresionante ayuntamiento o la casa del rey.
No tengáis prisa en salir de ella, disfrutar de todos sus detalles: de los detalles de las casas gremiales, de su ayuntamiento del siglo XV (de estilo medieval) y frente a él; la casa del rey o la casa del pan, ya que era un edificio de madera en el que se vendía pan pero que en el siglo XV fue sustituido por un edificio de piedra para albergar temas administrativos del Duque de Bravante (que cuando fue coronado rey, dicha casa pasó a llamarse casa del rey.
Entrad en las bombonerías o sentaos como mucha gente en medio de la plaza para admirarla en toda su belleza.
Si habéis empezado por la plaza, os proponemos ir directamente al Atomium para ganar tiempo para los paseos de después.
El Atomium se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad, pero debéis de tener en cuenta que queda bastante alejado de todo el “meollo” turístico (a unos 40-45 minutos a pie desde Grand Place); aun así mucha gente no quiere perderse su foto ante el monumento de las esferas.
Fue construido para la Exposición Universal de Bruselas de 1958 y para llegar a él tenéis varias maneras.
Creemos que la manera más rápida es el metro; debéis coger la línea 6 y bajaros en la parada de Heysel y allí ya no tiene pérdida.
También podéis llegar en tranvía (Bruselas cuenta con una red muy extensa de tranvías); el tranvía es el nº 54 y llega hasta el Brupark que es donde está el Atomium.
Y si optáis por el autobús tenéis los números 84 y 88.
Una vez allí, además de haceros la típica foto, merece la pena entrar y subir dentro de las esferas donde además de las exposiciones que hay dentro tenéis unas vistas magníficas de la ciudad.
Una vez fuera del Atomium, toca volver al centro y ahora si pasear y pasear por la ciudad. Os aconsejamos que al volver, os vayáis hacia la estación central y así podemos empezar nuestro paseo por el Mont Des Arts y disfrutar un rato de la panorámica que ofrece.
Pero además darnos una vuelta y ver alguno de sus bonitos edificios; como el Old England; unos antiguos almacenes que ahora es el museo de instrumentos musicales.
Podemos seguir la visitando las Galerías Saint Hubert; unas preciosas galerías comerciales (ojito con las compras, que no son tiendas baratas, y ojo con sentarse a tomar algo allí). Fueron las primeras galerías comerciales de Europa y después seguirían su estilo galerías tan conocidas como las Vittorio Emmanuele II en Milán o el pasaje de San Petersburgo.
Casi llegará la hora de comer y tenéis multitud de restaurantes de todos los estilos y precios (muchos de ellos ofrecen menú turístico) y si no siempre podéis tirar de la socorrida comida rápida. Pero no olvidéis probar las famosas “frites”. Nosotros en el primer viaje no nos sorpredieron mucho, pero en nuestra segunda visita a la ciudad, en un puestecillo de comida rápida, nos resultaron deliciosas.
Paseando por las calles cercanas a la Grand Place; no podemos dejar de visitar otro de los símbolos de la ciudad: el Manneken Pis (literalmente “niño que mea”), una estatua de 61centímetros y que encontraréis fácilmente debido a la aglomeración de gente que se agolpe entorno a ella.
No nos vamos a parar a contaros todas las leyendas e historias del niño meón pero si os diremos que os lo podréis encontrar desnudo o vestido con uno de los muchos disfraces que gestiona la asociación “Amigos del Manneken Pis”.
También tenéis la versión femenina, la Jeanekke Pis, ubicada en el callejón donde está la famosa cervecería Delirium, (se encuentra casi al fondo del callejón dentro de una jaula.
Otra de las cosas que no podemos dejar de hacer es perdernos por las calles del centro y disfrutar de los muchos de los murales dibujados en las paredes.
Verdaderas obras de arte; ya que Bélgica sin duda alguna es la capital del cómic (si se disponen de más días es interesantísimo visitar el Museo del Cómic o hacer la ruta del cómic).
Llegamos a la parte dulce, no dudéis durante vuestro paseo por la ciudad, deleitaros con los riquísimos y variadísimos gofres y como no, con el delicioso chocolate belga y sus exquisitos bombones, intentad comprarlos los más lejos posible de la Grand Place y comprobaréis que el precio baja considerablemente (o mejor aún, en los supermercados). A nosotros nos gusta mucho los bombones Neuhaus.
Y no podemos olvidar lo que para nosotros es la estrella de Bélgica: su cerveza en todas sus variantes… no nos vamos a enrollar con marcas o con historia; tan solo os diremos que disfrutéis de las cervezas, que probéis… ¡OJO! Que si habéis leído nuestra estancia en Bruselas de dos días y medio Bruselas en dos días sabréis que puede resultar peligroso beber “demasiada” cerveza belga.
Conocidísima es la cervecería Delirium (y a pesar de estar llena de gente, bien merece una visita) y os recomendamos su versión pequeña; el Little Delirium, al lado de la Grand Place. Y muy conocida también la cervecería A la Mort Subite; pero hay cientos de cervecerías por todas partes en las que probar las deliciosas variedades y marcas.
Y nuestra visita no puede terminar sin pasar de noche por la Grand Place, porque si de día es bonita, de noche lo es aún más…
Esperamos que os sirva de utilidad este pequeño post-guía; y como consejo, si podéis, darle más días a Bruselas porque os aseguramos que es una ciudad que sorprende al visitante; y como hemos dicho muchas veces, Bruselas es mucho más que el Atomium, la Grand Place y el Manekken Pis.
Me encanta Bruselas, pasé un mes en Lovaina e iba los fines de semana y me parece una ciudad preciosa, a pesar de haber leído que tiene poco que ver…para gustos ya sabemos. La cerveza una maravilla, allí me hice adicta a ella (yo soy de Hoegaarden y de Leffe) y los bombones, mmmmmm. Hay una versión más barata que los Godiva y que los Neuhaus y que están buenos que se llaman Leónidas, son los que traía para regalar sin arruinarme. Felices fiestas pareja, un besote!!
Muchas gracias Pepa ! en esta última visita como ya conocíamos la ciudad pues ya sabes; nos dedicamos más al «comercio» y al «bebercio». Leónidas están muy muy ricos también; o una simple tableta de chocolate de un supermercado… Por cierto, que en próximos post hablaremos de Amberes y de tu querida Lovaina.
Muy felices fiestas para ti también!
Cerca de la Grand Place tenéis también la catedral de Sta. Gudula. Muy bonita.
Gracias Angel me lo apunto para la próxima.