En este post, os vamos a contar con detalle la ruta por las Islas Cícladas que realizamos entre junio y julio de 2023 durante aproximadamente 13 días.

Evidentemente no están ni mucho menos todas las islas, pero podemos deciros que aprovechamos muy bien el tiempo y creemos que se nos quedó una ruta bastante equilibrada.

Vuelos.

Una de las razones para escoger esta ruta por las Islas Cícladas fue la posibilidad de hacerlo con vuelo directo desde Barcelona.

Volamos con Vueling entrando por Mykonos y saliendo por Santorini. No nos terminaba de convencer la compañía porque la verdad es que últimamente deja mucho que desear; y por desgracia tenemos que reafirmarnos en ello ya a un mes aproximadamente antes de volar, nos cancelaron el vuelo de vuelta desde Santorini y nos daban unas opciones nefastas, así que tuvimos que reorganizar la ruta teniendo que volver un poco antes de tiempo.

Como pros, pues la comodidad de llegar directamente a las islas, y que el precio no fue excesivamente disparatado (comprado con bastantes meses de antelación).

Ferris.

Con los vuelos comprados, toca planear la ruta. Para ello, hay que ver las rutas de los ferris y jugar con ello, ya que quizá tengas una idea en la cabeza pero ese día no haya ferri a la isla que quieres, o no te interesa el horario, o no te cuadra el precio… o todo a la vez.

Una buena manera de planear esto es usar algun tipo de buscador. A nosotros nos recomendaron la página https://www.paleologos.gr/ y la verdad es que fue todo un acierto ya que te salen las posibilidades e incluso puedes comprar los billetes en la misma página.

Verás también que los precios varían mucho dependiendo del tipo de ferri y su duración.

Coche de alquiler.

Para movernos por alguna de las islas (excepto en Mykonos) optamos por alquilar coche ya que a Alberto no le gustan las motos.

Como siempre lo reservamos desde aquí por ahorrarnos algo de dinero, aunque vimos que muchísima gente lo reservaba una vez llegaba al puerto.

Ya sabéis que desde la pandemia todo está mucho más caro, y los coches de alquiler han subido de una manera exponencial.

A nosotros todos los coches que nos dieron no tenían nada que ver con lo que habíamos alquilado (en nuestro casi todos eran bastante viejos, con muchos kilómetros y con algún que otro bollo).

Recordad que os pedirán una tarjeta de crédito aunque a veces ni siquieran cargan el depósito.

Podéis comparar precios de los coches de alquiler en este enlace que es el comparador que usamos siempre.

Seguro de viaje.

Aunque Grecia forme parte de la Unión Europea y para temas sanitarios sirva la tarjeta sanitaria europea, nosotros contratamos también un seguro de viaje por si las moscas, que además cubre más cosas que el tema sanitario.

Ya sabéis que siempre viajamos asegurados con IATI y que si contratáis desde este enlace, os hacen un 5% de descuento directo.

Alojamiento en la ruta por las Islas Cícladas.

Para la ruta por las Islas Cícladas, nos costó muchísimo decidirnos por los alojamientos, ya que después de comprar los vuelos vimos que los precios de los alojamientos meses antes ya estaban por las nubes. Además cuando Vueling nos canceló el vuelo de vuelta tuvimos que cambiar de hotel en Santorini y estaba todo aun más caro.

Puedes reservar tu hotel aquí.

Booking.com

En Mykonos nos alojamos en el Hotel Mattogiani, un hotel ubicado en todo el meollo de Chora. Era de lo más económico que encontramos en su día, y al no tener coche en Mykonos preferíamos estar lo mejor ubicados posible.

El hotel no está mal, pero no sé si volveríamos, las dos noches que estuvimos el ruido era constante. Además de escucharse al personal de la limpieza, nos abrieron la puerta muy temprano por la mañana sin nuestro consentimiento (la sorpresa se la debieron llevar ellas, porque yo estaba durmiendo con el culo al aire literalmente). Cuando comenté esto en recepción no me hicieron caso alguno.

En Naxos, nos alojamos más alejados del centro de la ciudad; a unos 10 minutos a pie más o menos, en el Hotel Dedalos Studios. Son habitaciones con una pequeña cocina y todo lo necesario para una buena estancia. Además, cuenta con aparcamiento, piscina, lavandería… y lo mejor de todo, la familia que lleva el hotel que son súper amables y te ayudan en todo lo necesario. Os lo recomendamos encarecidamente y volveríamos sin dudarlo.

En Milos escogimos un alojamiento cerca de Adamas, el puerto principal. Se trata de Elea Milos, nuevamente con una pequeña cocina. Su dueña es encantadora y te ayudará en todo lo que necesites durante tu estancia en la Isla. Nos dejó además unos dulces y agua a nuestra llegada y siempre estuvo atenta a todo lo que necesitásemos.

En Santorini nos alojamos en la zona de Fira, algo alejados del meollo pero a poca distancia de toda la zona de restauración y servicios, en el hotel Villa Agas. Tiene una pequeña piscina que no nos dio tiempo a utilizarla y aparcamiento gratuito (se agradece en una isla donde casi hay más coches que habitantes). La cama era cómoda y el personal de recepción muy amable.

En Santorini todo es carísimo y esto fue de lo más asequible que encontramos.

Ruta por las Islas Cícladas.

Lo único que teníamos claro al principio era que entraríamos por Mykonos y saldríamos por Santorini ya que eran los vuelos que teníamos.

Curiosamente, eran las islas que menos tenñiamos ganas de visitar debido a la afluencia de gente (y más aun en verano).

Al ponernos a mirar los ferris, la ruta por las Islas Cícladas que mejor nos encajó con el horario de los ferris y nuestras preferencias fue la siguiente.

Mykonos.

Estuvimos en Mykonos dos noches, que realmente se quedó en un día completo y una pequeña parte de una mañana ya que llegamos al hotel el día de la llegada a las 10 de la noche.

El primer contacto, no os vamos a engañar… no fue bueno ya que teníamos el hotel en pleno centro, y todo estaba atestado de gente.

Al día siguiente cambiamos de opinión ya que más o menos hasta mediodía pudimos disfrutar de muchísimos lugares con poca gente.

Nos sorprendieron gratamente sus calles, lo cuidado que lo tienen y lo bonito que es.

Nos acercamos también a una de sus playas más famosas: Paradise Beach; que dicho sea de paso, ese rollo de Beach Club con música a tope y precios desorbitados… no es para nosotros. No al menos en Mykonos.

A pesar de estar tan solo un día, pudimos visitar los puntos de interés que teníamos apuntados y nos quedamos con ganas de un poco más la verdad.

En Mykonos, a excepción de Paradise Beach, lo hicimos todo a pie.

Naxos

Después de la cantidad de gente que había en Mykonos (que es cierto, que si te sales un poco de los 3 puntos principales, se disipa…), pensábamos que encontraríamos muchísima gente también; y aunque es cierto que en Chora se concentra casi todo el mundo ya que además del puerto de llegada es la zona donde más oferta turística hay.

Estuvimos 4 noches en Naxos y 4 días completos y os aseguro que al menos un día mas nos hubiésemos quedado.

Es una isla súper completa y preciosa.

Playas impresionantes, ruinas arqueológicas, pueblos de interior en los que poder disfrutar aun de la autenticidad griega y unos atardeceres preciosos.

Hay algunas zonas que quedan más alejadas y que el camino en coche (menudas carreteras…) se hace un poco farragoso pero merece la pena cada kilómetro y cada curva.

Desde Naxos, uno de los días hicimos una excursión a la isla de Koufunissi, un auténtico paraíso de aguas cristalinas. Además hicimos todo a pie y disfrutamos de algunos lugares y unas playas con unas aguas de ensueño. Totalmente recomendable.

Milos.

Ay Milos… todo lo que os cuente de esta isla se queda corto…

No me preguntéis qué tiene, pero esta isla es magnética. Desde que llegas te sientes como acogido y arropado por ella.

Pasamos 5 noches en ella y algo más de 4 días y pudimos recorrer (y repetir) todos los rincones que queríamos ver.

Os recomiendo que le deis todos los días que podáis porque además de tener menos turismo que las anteriores, os encantará.

Tiene algunos de lugares más alucinantes que podáis ver, como Sarakiniko donde os parecerá que estáis en la luna; pero además, a poco que os alejéis un poco, podréis estar solos en algunas de sus playas.

Sus pueblos y pequeños poblados de pescadores no os dejarán indiferentes. Cada rincón, tiene una foto para el recuerdo.

Desde Milos fuimos a la pequeña isla de Kimolos, muy recomendable para pasar un estupendo día en playas menos masificadas y muy tranquilas. Otro pequeño paraiso.

Me hubiese quedado muchísimo más tiempo. Os puedo decir, que esta isla nos ha robado el corazón, y que volveremos porque pasamos unos días preciosos en esta isla.

Santorini.

La parada final de nuestra ruta por las Islas Cícladas fue la isla más famosa de todas: Santorini.

Con Santorini, tenemos sentimientos encontrados. Sabíamos perfectamente lo que nos íbamos a encontrar; pero creo que el hecho de venir desde Milos, donde había sitios en los que estuvimos solos hizo que el golpe de realidad fuese tremendo.

Además de eso, fue la isla donde más calor pasamos con diferencia.

Pasamos poco más de un día en la isla y exceptuando en momentos puntuales (que coincidieron con las visitas a lugares fuera de Fira y Oia) nos agobiamos un poco con tanta gente.

La isla en sí; su situación, su geografía, su forma… es preciosa si, pero tiene un problema tremendo de gestión del turismo de masas en temporada alta.

La cantidad de gente que se concentra en zonas como Oia y Fira es tremenda. Sabíamos a lo que íbamos con lo cual, la sorpresa no fue tan grande, pero es cierto que fue la isla que nos nos gustó de todas.

Oia es una zona preciosa, con unas vistas escandalosas de bonitas (tan escandalosas como sus precios), pero que creo que está además de sobrevalorada, hipermasificada.

Por no hablar de los precios INFLADÍSIMOS de la isla. Todo es caro en Santorini, pero en zonas como Oia y Fira aun es más caro…

Por poneros un ejemplo, pagamos 9 euros por dos cafés en Oia.

Aun así, tiene zonas preciosas, con poca afluencia de gente (solo hay que moverse un poco) y que merecen la pena una visita (como por ejemplo el Museo de Prehistoria o algunas zonas del interior).

¿Volveríamos a Santorini? No lo sé… nunca se puede decir nunca pero desde luego lo que tenemos claro es que para disfrutar bien de la isla (que tiene lugares preciosos) no volveríamos en temporada alta.

Esta ha sido nuestra pequeña ruta por las Islas Cícladas; no sabemos si la más idónea, pero si la nuestra. Es un viaje en el que hemos disfrutado de cada momento, de las playas, de la tranquilidad de los pueblos menos turísticos, de la historia, de la gastronomía (buenísima) griega y de todos y cada uno de los atardeceres que hemos podido ver.

En post posteriores os contaremos todo lo que hay que ver y hacer en cada una de las islas, los alojamientos en los que estuvimos y los restaurantes que probamos.

Esperamos que os sea de ayuda para preparar una futura ruta por las Islas Cícladas.