Viajar a la ruta 66 de Estados Unidos es una de las cosas que todo amante de los road trips quiere hacer en uno u otro momento.

En nuestro caso, tuvimos la oportunidad de recorrer una parte durante nuestro primer viaje por la Costa Oeste de Estados, así que cuando comenzamos a planear nuestro viaje por la Ruta 61 De Estados Unidos, tuvimos claro que no perderíamos la oportunidad de recorrer el primer tramo de la ruta 66: desde Chicago hasta San Luís.

La carretera madre o la calle principal de Estados Unidos (así se la conoce popularmente) recorre el país de este a oeste pasando por los estados de Illinois, Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo Mexico, Arizona y California con un total de 3939 kilómetros aproximadamente.

Durante años, la ruta 66 fue una de las rutas más transitadas del país, por lo que durante el todo el recorrido había cientos de moteles, restaurantes y gasolineras míticas de todo tipo.

Inaugurada en 1926, esta carretera (principalmente llana y sin complicaciones) se convirtió en una de las rutas de camiones más populares pero no solo eso sino que durante los años duros de la gran depresión sirvió de sustento a las poblaciones que se encontraban por el camino a los lados de la carretera.

La ruta 66 no solamente es símbolo de una época dorada, sino que se ha convertido en todo un icono pop y en unos de los viajes por carretera más fascinantes que se puedan hacer.

El primer tramo discurre desde Chicago (donde empieza en el Loop, en pleno centro de la ciudad) hasta San Luis, y dicen que es uno de los tramos más auténticos de todos. No sabemos si es o no así, ya que nosotros no hemos recorrido la ruta en su totalidad, pero si que es cierto que nos ha gustado mucho y que nos ha parecido menos transitada de lo que pensábamos (me imagino que el hecho de viajar el 29 de septiembre también hace que haya menos gente).

Gasolineras reconvertidas en museos, dinners auténticos, gigantes de vinilo, talleres de otra época y murales con el encanto típico de los 50 es lo que te espera durante el recorrido.

Os mostramos a continuación nuestro recorrido (teniendo en cuenta que madrugamos muchísimo).

En nuestro caso llegamos a Chicago el día anterior y decidimos ir directamente a dormir a Joliet, para así poder adelantar camino e ir más desahogados al día siguiente.

Comenzamos nuestra ruta con uno de los sitios más auténticos en los que puedes desayunar en Joliet: el Joliet 66 Dinner, donde acompañados por 3 policías comimos un típico desayuno americano en un dinner que parece una fotografía de los años 50.

En Joliet una de las fotografías típicas es el Teatro Rialto y la carcel que se encuentra a las afueras de la ciudad.

Seguro que muchos reconocéis esta cárcel porque la prisión de la serie Prison Break está inspirada casi en su totalidad en esta prisión.

Otra de las paradas que podéis hacer en Joliet es un antiguo taller: el Dick’s Garage, situado también a las afueras y en el que podéis encontrar un tramo original de la primera calzada. Podéis encontrar también una heladería con el mismo nombre (en nuestro caso era muy temprano y estaba cerrada).

Siguiente parada: Launching Pad Drive In, donde podréis fotografiar al conocido Gemini Giant, uno de los míticos gigantes de vinilo de la Ruta 66. Por cierto, que el dinner ha estado cerrado mucho tiempo pero ha vuelto a abrir sus puertas.

En Wilminton, hicimos una parada en el pueblo para fotografiar el primero de los bonitos murales que veríamos durante la ruta.

Braidwood: otro de los dinner más auténticos y originales de la ruta, el Polk-a-Dot Drive In, donde pasamos un rato divertido haciéndonos fotos con los Blues Brothers, Marilyn o Elvis…

En Dwight tuvimos la oportunidad de entrar en uno de los sitios más chulos de la ruta: la Ambler Becker Texaco, una antigua gasolinera (y taller) ahora reconvertida en museo. Estaba cerrada pero cuando nos vieron acercarnos apareció un hombre muy mayor y nos abrió la puerta, dejándonos entrar y ver el pequeño museo (con un antiguo coche de bomberos y objetos antiguos). Además de dejarle una propina en el bote, nos compramos un pin de la ruta 66 y el hombre se mostró muy agradecido. Por cierto que esta gasolinera, era una de las que se mantenía abiertas durante las 24 horas del día, cuando la ruta aun estaba en funcionamiento.

Viajar a la ruta 66 no es solo ver antiguas gasolineras o talleres. Viajar a la ruta 66 también es ver míticos murales ambientados en aquella época dorada de la carreta madre de Estados Unidos.

Puedes reservar tu hotel en la ruta 66 de Estados Unidos aquí:

Booking.com

Al lado de Dwight está Odell y llegas a Pontiac, otra de las paradas obligatorias de la Ruta 66.

Aquí en Pontiac además de un centro de visitantes de la Ruta 66, hay una ruta muy interesante de murales de la ruta (en el centro de visitantes podéis preguntar y os darán información para visitar todos los murales).

Todos los murales son chulísimos (nosotros somos muy fans de este tipo de murales y de este tipo de publicidad).

En Towanda (y en algún que otro punto) puedes hacer una parada y caminar por la ruta 66 original.

Pasamos Towanda, y en Atlanta podemos visitar otro de los gigantes de la ruta, el Tall Paul.

Ya en Lincolm, nos recibe otro de los gigantes míticos de la zona, el presidente Lincolm en un carro (es el carro cubierto más grande del mundo… lo sé… cosas de americanos…).

La última parada antes de llegar Saint Louis fue Springfield, ciudad en la que vivió Abraham Lincolm durante algunos años y en la que además de poder visitar su casa, visitamos también su tumba.

Además; dimos un paseo por el desierto downtown (hubo momentos en el que pensamos que había pasado algo en la ciudad porque no había nadie).

La última parada de este primer tramo de la ruta 66 fue Saint Louis, a la que llegamos casi de noche pero nos dio tiempo de visitar otro punto mítico de la ruta (ahora cerrado al tráfico rodado), el Old Chain of Rocks.

A San Luis la conocen como la puerta del oeste, ya que los antiguos exploradores, partían de aquí en sus exploraciones hacia el oeste del país. Decían que a partir de San Luís todo era salvaje e inhóspito.

Nosotros tomamos San Luis como final de nuestra ruta 66 y como el inicio del viaje a la ruta 61 de Estados Unidos. Al día siguiente en las primeras horas de la mañana, visitamos paseando tranquilamente su downtown y nos acercamos a uno de los monumentos más visitados de Estados Unidos: el Gateway Arch o Puerta hacia el Oeste.

Este arco monumental y enorme es considerado parque nacional y se construyó para conmemorar la expasión llevada a cabo por Jeffeserson hacia el Oeste.

Finalizamos así nuestra etapa de viaje por la ruta 66. La verdad es que no pensaba que esta primera etapa del viaje nos fuese a gustar tanto y os diré que se nos quedaron mas ganas de viajar a la ruta 66.

Sin duda, una de las mejores experiencias de viajar a la ruta 66 es recorrer esta mítica carretera en coche. Recuerda que puedes reservar tu coche en Estados Unidos aquí:

Auto Europe

Quizá en un futuro próximo; viajar a la ruta 66, sea uno de nuestros posibles viajes por Estados Unidos.