Comenzamos con nuestro diario de la pasada visita a Edimburgo durante casi 4 días en octubre de 2017.
Antes de comenzar a relataros todo lo que dio de sí este primer día en Edimburgo, nos gustaría deciros que este año ha supuesto un antes y un después en nuestra forma de viajar.
Hemos aprendido a tomarnos las cosas con más calma, y a disfrutar más de las ciudades y lugares en sí. Ya no es todo correr sin parar para llegar a todo, sino que disfrutamos mucho más de la vida de las ciudades, de sus comercios, de sus bares… Y si se queda algo sin ver pues no pasa nada… ya se volverá para verlo, o no…
Llegamos temprano al aeropuerto de Edimburgo lo que hizo que pudiésemos aprovechar bastante bien el día y tener una buena toma de contacto con la ciudad.
Para trasladarnos del aeropuerto al centro de la ciudad, escogimos el autobús AIRLINK y cogimos el ticket de ida y vuelta por 7’5 libras por persona. Es muy cómodo y además tiene wifi gratuita.
En unos 40 minutos nos plantamos casi en la Old Town y nada más bajar del autobús ya supimos que esta ciudad nos iba a gustar (lo que no sabíamos es que nos fuese a gustar tantísimo).
Decidimos ir andando al apartamento que teníamos reservado y ya nos encontramos con estampas dignas de hacerles una foto.
Además, la ciudad estaba preciosa con los colores otoñales.
Antes de llegar al alojamiento y como nos quedaba de camino, estuvimos paseando por la preciosa Victoria Street, dándonos ya cuenta que pasaríamos por allí muchas veces porque todas las tiendas que tienes son preciosas y algunas de ellas con cosas muy curiosas.
Hicimos una parada para comer en el famoso OINK; un imprescindible !!! No os podéis ir de la ciudad sin probar estos bocadillos de cerdo con haggis… están de muerte y muy bien de precio.
Llegamos por fin a nuestro apartamento en la calle Candlemaker Row, una ubicación privilegiada y que encontramos en Airbnb a un precio estupendo. Os dejamos las fotos que hicimos a la llegada. Además su anfitriona es encantadora.
Cuando volvamos a la ciudad (que ya os adelantamos que tarde o temprano volveremos) intentaremos volver a alejarnos. Aquí os dejamos el enlace de Airbnb: https://www.airbnb.es/rooms/3463473
Una vez instalados nos fuimos a seguir recorriendo parte de la Old Town, y como está muy cerca del apartamento nos fuimos a hacer unas fotos al famoso Bobby, el perro más famoso de la ciudad.
Este perro permaneció junto a la tumba de su dueño durante más de 13 años !! La gente le cogió tanto cariño que Bobby está enterrado muy cerca y se puede visitar su tumba como veréis más adelante.
Seguimos visitando el famoso «The Elephant House» una cafetería restaurante famosa porque J.K. Rowling, autora de la saga de Harry Potter, pasaba allí muchas horas y se dice que fue allí donde empezó a dar vida a los personajes de sus libros. Aprovechamos para tomar algo mientras imaginábamos como se inspiró para crear todo el universo de Harry Potter.
Como se hizo la hora de comer, y estábamos al lado fuimos a comer al Greyfriars Bobby, un pub muy agradable y donde comimos bastante a un precio bastante asequible.
Tenéis toda la información de las comidas que hicimos en la ciudad en nuestro post: Comer y beber en Edimburgo.
Después de comer nos fuimos paseando y descubriendo rincones maravillosos por la zona de Southbridge y Cowgate. A cada paso que dábamos la ciudad era más y más bonita.
Es increíble lo fotogénica que es y la cantidad de rincones con encanto que esconde.
De nuevo en Candlemaker Row fuimos a visitar tranquilamente el cementerio de Greyfriars, donde paseamos con calma disfrutando de ese color tan característico del otoño y en el que pudimos visitar la famosa tumba del perro Bobby.
La siguiente parada ya sería la zona de Grassmarket pero antes quisimos pasar por Flooden Wall y poder ver la imponente silueta del Castillo de Edimburgo que domina toda la ciudad.
Grassmarket es una zona con mucho ambiente y gran cantidad de pubs, pasamos por allí tan solo de camino a Victoria Street ya que volveríamos los siguientes días; además tiene una de las mejores vistas del Castillo de Edimburgo.
Fuimos a dar un paseo por la preciosa Victoria Street de la que se dice que J.K Rowling se inspiró para el famoso Diagon Alley (aunque también compite la calle Cockburn). Realmente y aunque excesivamente turística, es una calle preciosa y con muchísimo encanto, llena de pastelerías riquísimas y tiendas de todo tipo.
Os aseguro que es un peligro para la tarjeta de crédito. Estuvimos ojeando varias tiendas y nos quedamos prendados de varias de ellas.
Dimos por concluido el paseo por esa zona y nos fuimos a tomar una cerveza con la bloguera Patricia Cuní, del blog Mad About Travel, el cual si no conocéis ya tardáis porque es un blog muy bueno y con una información que vale oro.
Después de despedirnos de Pat y quedar para otro día, nos fuimos paseando hacia la New Town y entramos en un sitio que nos encantó y que os recomendamos encarecidamente: The Caley Picture House.
Se trata de un pub enorme, pero con la particularidad de que era un antiguo cine que lo han reconvertido en pub, además no es caro (dos medias pintas nos constaron 3,36 libras). Nos pareció un sitio muy bonito pero sobre todo muy original.
Para la cena escogimos un lugar que nos habían recomendado para comer una de las mejores hamburguesas de la ciudad: Bread meat Bred, y la verdad que acertaron porque realmente estaba exquisita.
Agotados pero muy contentos (y sobre todo gratamente sorprendidos) volvimos ya hacia el apartamento. El día nos había cundido más de lo esperado y la ciudad ya nos había atrapado. Sabíamos que Edimburgo era bonita, pero no imaginábamos que tanto.